lunes, 8 de agosto de 2011

Jeremías 31:21-40

Juan Stam

Aquí Yahvéh promete hacer un nuevo pacto con la casa de Israel (31-34) y asegura, en términos muy enfáticos, que Israel siempre estará como nación delante de él y que Jerusalén será reconstruida (35-40).[4] El pasaje es parte del "pequeño libro de consolación" (Jer 30-33), un mensaje de esperanza en medio de las denuncias y juicios que predominan en este libro. Israel, con su desobediencia y su idolatría, ha invalidado el gran pacto con Dios (Jer 11.9-11; 31:32), pero Dios en su misericordia hará un nuevo pacto, muy superior al anterior, escribiendo la ley de Dios en cada corazón. Dios ha juzgado a Israel con exilio. pero volverá a bendecirlo como nunca antes.

En el Nuevo Testamento Jesús cita este texto, pero con un sentido muy diferente: "Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre" (Lc 22:20; 1Cor 11:25; Mt 26:28; Mr. 14:24; cf. Heb 9:15). Estas palabras de Jesús hubieran sorprendido a Jeremías: primero, porque el pacto se realiza por la sangre de Jesús derramada para la salvación nuestra, y segundo, porque Dios hace el nuevo pacto no con Israel sino con la iglesia, al celebrar la cena de su Señor. También la sorprendente promesa de escribir la ley en el corazón, de modo que no necesiten a mestro alguno (Jer 31:33-34) se cumple explícitamente en la iglesia (1Jn 2:27; Jn 6:45; Heb 10:16-17).[5]

¿Cumplió Dios su promesa a Jeremías? Jeremías esperaba un nuevo pacto "con la casa de Israel y con la casa de Judá", pero Dios hizo un nuevo pacto con la iglesia como nuevo pueblo suyo.[6] Para Jeremías, el nuevo pacto consistiría en la obediencia espontánea al Señor, desde el corazón, y el conocimiento intuitivo de Dios, sin maestros (Jer 31:33-35). En la versión de Jeremías, el pacto no dependía de la sangre del Mesías ni se trataba de la salvación de los fieles en cambio, se cumplió como pacto de perdón y redención mediante la sangre derramada del Salvador. Dios sí cumplió, en plenitud, pero no como esperaba Jeremías.

¿Por qué no podría Jeremías profetizar el nuevo pacto como de hecho iba a ser? ¿Por qué no pudo decir Jeremías a su pueblo que Dios haría nacer otro pueblo suyo, llamado "iglesia cristiana", redimida por la sangre del Cordero y reunida de todas las naciones, que celebraría su salvación como una nueva Pascua llamada "Santa Cena" o "Eucaristía"?

Respuesta: Todo eso no hubiera tenido nada que ver con el contexto histórico de Jeremías y su mensaje de esperanza. El mensaje profético se concentraba en lo que el pueblo necesitaba en ese momento, no en realidades futuras sin pertinencia actual y contextual. Por esa misma razón, los profetas hebreos no tenían por qué hablar de una segunda venida del Mesías, o de una futura "iglesia" después de su primera venida. Dios no tenía por que revelar a sus siervos realidades futuras que no tenían nada que ver con la situación del pueblo de Dios en aquel entonces.
Notas:
[4] Para más de detalle ver Stam, Apocalipsis y profecía (BsAs:Kairós 1995), pp. 51-61.  [5] Además. en el N.T. el término "nación" (cf Jer 31:36-37) se aplica con especial énfasis a la iglesia, con los más altos títulos que antes describían a Israel (pueblo escogido, nación santa, real sacerdocio, etc).  [6] El Nuevo Testamento tampoco habla de otro "Nuevo Pacto" con Israel en alg'ún momento futuro. Según las escrituras cristianas, los cristianos celebramos el Nuevo Pacto cada vez que comamos el pan y bebamos la copa del Señor.

Fuente:
http://www.ticosnet.com/dnn/Default.aspx?tabid=110&EntryID=333

No hay comentarios: