viernes, 3 de septiembre de 2010

Romanos 5: 10: "...seremos salvos por su vida".

Desde el día que recibí a Cristo, Romanos había sido uno de mis libros de la Biblia favoritos. Lo leí innumerables veces. Pero este versículo adquiría una nueva dimensión.

¿Qué tenía que ver "vida" con todas las cosas?

Si usted me hubiese preguntado en los primeros diez años de mi vida cristiana cómo fui salvo, le habría contestado: "Por medio de la muerte de Jesucristo en la cruz". He escuchado las mismas palabras dichas por la mayoría de los cristianos que he conocido. Pregúnteles: "¿Qué significa ser salvo?" Y en casi todos los casos, escuchará algo como: "Jesús murió por mis pecados, de modo que tengo un lugar en el cielo". Pregúnteles: "¿Cuál es el significado de la muerte de Cristo en la cruz?" Ellos rápidamente contestan: "El murió para el perdón de mis pecados". Pregunte: "¿Qué es lo significativo de la resurrección de Cristo?" Y, de acuerdo con mi experiencia, en la mayoría de los casos obtendrá en respuesta un silencio sepulcral.

En algunas ocasiones, alguien dirá que la resurrección demostró que El es el Hijo de Dios, y esto es parcialmente correcto. Pero pregúnteles: "¿Cómo se aplica la resurrección a nuestras vidas?" Y usted encontrará que pocas personas parecen saberlo. Como cristianos a veces somos genios que pasamos por alto lo más obvio. ¿Cuál es la más obvia implicación de la palabra resurrección? ¡La restauración de VIDA!

Tal vez usted ha tenido la experiencia de que alguien le señale una palabra por primera vez. De repente comienza a encontrar la palabra de nuevo cuando lee el periódico, en conversaciones, en carteleras -parece que está detrás de cada árbol. La palabra siempre ha estado allí, solamente que usted no se había percatado de ella. Esa fue mi experiencia con la palabra "vida" en la Biblia. Me parecía como si Dios hubiera escrito de nuevo la Biblia. El Evangelio de Juan, especialmente, parecía estar repleto de la palabra "vida". 
"Yo he venido para que tengan VIDA, y para que la tengan en abundancia" (Juan 10:10). "El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene VIDA eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a VIDA" (Juan 5:24). Aun el tan familiar Juan 3:16 parecía nuevo: "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda mas tenga vida eterna".
Cuando vi esto, surgieron varias otras preguntas en mi mente. Jesucristo dijo que El vino para dar vida. ¿Qué clase de persona necesita vida? La respuesta es clara: Sólo los que están muertos. Por ejemplo, Efesios 2:1 dice: "Y El os dio vida cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados". Antes, si alguien me preguntaba cuál es el problema de la humanidad, yo siempre discutía acerca del pecado y la necesidad del perdón de Dios. Por cierto, esto es verdad, pero comencé a ver, por medio de las Escrituras que el problema del hombre era mucho más profundo. Desde el punto de vista de Dios, el problema del hombre no es solamente que él es un pecador con necesidad de perdón; su problema mayor es que está muerto y necesita vida.

George, Bob. Cristianismo clásico. Unilit: Miami, 1994 (1989 ed. ing.) p.42-44

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