sábado, 16 de julio de 2011

Marcos 12:13-17 "Dad a César lo que es de César y a Dios lo que es de Dios"

Todo el mundo conoce las palabras de Jesús: "Dad a César lo que es de César y a Dios lo que es de Dios". ¿Qué quiso decir Jesús con eso? En el pasaje de Marcos 12:13-17 donde aparece la frase, se le está planteando una pregunta en cuanto a los impuestos. ¿Es lícito pagar tributo al emperador ro­mano, o no? La pregunta es una trampa bien pensa­da, ya que la sujeción a la autoridad romana resulta­ba algo inaceptable para la mayoría de los judíos. Si Jesús dice estar de acuerdo con los impuestos, esto significa que acepta el dominio de los romanos. Si dice que no, entonces se le puede denunciar como subver­sivo ante las autoridades romanas. Parece que sus interlocutores lo han dejado sin salida.

En respuesta Jesús pide una moneda y pre­gunta:
¿De quién es la imagen y la inscripción que lleva la moneda?
La respuesta es: De César.

La pa­labra griega para "imagen" -eikon- es la misma pa­labra que la versión griega del AT usa para hablar del ser humano creado a "imagen" y semejanza de Dios (Gn. 1:26). Esto implica que la frase de Jesús, "Dad a César lo que es de César y a Dios lo que es de Dios", es mucho más radical de lo que se pien­sa.

Jesús no está dividiendo el mundo en un cam­po que le pertenece a Dios y otro que pertenece a la autoridad civil. Lo que está diciendo es que si la moneda le pertenece a César porque lleva la ima­gen de César, entonces lo que le pertenece a Dios es lo que lleva su imagen: el ser humano.

La frase de Jesús significa que la demanda de Dios sobre la vida humana es mucho más radical que la demanda de César: César apenas pide la plata. Dios reclama para sí a la persona entera.

Donner Theo_El texto que interpreta al lector_SBC_2009_ pp.19-20

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